EXPERIENCIAS SOBRE LA FORMACIÓN INTEGRAL DE LOS JÓVENES DEPORTISTAS.

 
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Dr. C. Adalberto Cuevas Palacios.

Introducción:

La preparación de un deportista resulta un proceso complejo que no se limita al entrenamiento físico, pues ante todo debemos considerar que lo principal es su perspectiva futura en la sociedad, como un miembro más de ella, a la cual se debe y por la que trabajará.

Resulta aun frecuente el error que se comete al considerar a los niños y adolescentes como adultos en miniatura, lo cual a su vez conduce al desconocimiento en la práctica de las particularidades Psicofisiológicas de éstos. Sin dudas contribuye a esta problema, mundialmente tratado dentro del campo de la especialización temprana, la publicación de “recetas” para entrenar, desconociéndose en estos casos un principio del entrenamiento deportivo, la individualización. Cada persona tiene sus particularidades y por consiguiente lo que fue bueno para una, pudiera resultar perjudicial para otra; pero el problema es más agudo cuando se trata de los niños. Es muy importante que nos metamos en su mundo “imaginario”, sin esta posibilidad, el aislamiento a que los sometemos pudiera llegar a ser casi total. Estamos conscientes de que este tema es muy conocido, pero también seguramente coincidimos que es muy mal tratado en la práctica, por lo que consideramos que no está de más continuar intercambiando al respecto.

No es posible abarcar en tan breve tiempo, la gama de temáticas que refieren el citado problema, por lo que en esta oportunidad nuestro objetivo es intercambiar experiencias  sobre algunos aspectos que consideramos neurálgicos en la preparación integral de los jóvenes deportistas.

  • DISTRIBUCIÓN DE LAS CARGAS DE ENTRENAMIENTO SEGÚN LAS CAPACIDADES MOTRICES.

La estructura de rendimiento, en lo referente a las capacidades motrices, varía de acuerdo a la disciplina deportiva, pero también de acuerdo a la edad biológica y deportiva. Con frecuencia encontramos publicaciones que refieren las proporciones con que deben ser trabajadas las capacidades, e incluso cómo hacerlo de acuerdo con la etapa de entrenamiento, sin embargo no siempre queda claro el cómo hacerlo con los niños, así por ejemplo Plata y colaboradores(1) establecen diferencias entre los lanzadores y corredores de fondo, considerando que las proporciones entre las capacidades motrices pueden ser diferentes para los maratonistas y lanzadores como se ilustra a continuación:

 

 

 

Otro autor, Thompson(2), al comparar un lanzador de Bala con un maratonista lo hace de la siguiente forma:

 

IMPORTANCIA   

RELATIVA

MARATÓN

BALA

FUERZA

RESISTENCIA

VELOCIDAD

FLEXIBILIDAD

COORDINACIÓN

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

Si se nos ocurriera pensar que la maratón de un niño es una carrera de 3 kilómetros y que el lanzador se debe entrenar con una bala de 4 kg, aplicando las proporciones anteriores, entonces comenzaríamos a cometer un error que se paga bien caro en el futuro. El entrenamiento del niño debe ser lo más integral posible, por lo que las capacidades motrices deben ser atendidas siguiendo un patrón de relativa proporcionalidad, observando sobre todo, los períodos sensitivos para el desarrollo de dichas capacidades y la maduración biológica individual; pero lo más importante es que el niño tiene que jugar, pues ésta es su principal actividad. Al respecto, la observación de Thompson (3) resulta muy importante “Los niños no aguantan el ejercicio tan bien como los adultos. Son mucho menos concientes de sus límites reales.”

En los deportes colectivos, donde se manifiesta siempre una gran variabilidad en todos los sentidos, la estructura de rendimiento resulta también variable, por lo que deben atenderse todas las posibles manifestaciones del deporte en particular, como es el caso del Balonmano, tan creativo como el Baloncesto y tan dinámico como el Fútbol o el Voleibol.

En relación a la temática, expondremos nuestras experiencias en el Centro Experimental de Desarrollo Atlético, donde se llevó a cabo un programa de preparación de jóvenes deportistas, dirigido por Alonso, R. y Pila, H.(4) que permitió el enfoque del entrenamiento de las escuelas deportivas de Alto Rendimiento del país que hoy rinden sus frutos en la arena internacional.

Este experimento se desarrolló durante dos años y se aplicó un programa de preparación multiforme con niños de ambos sexos, en edades que oscilaban entre los 12 y 13 años con una matrícula de 136 (80 niños y 56 niñas) . Los deportes escogidos fueron: Atletismo, Baloncesto, Balonmano, Béisbol, Fútbol, Gimnasia Básica, Judo, Levantamiento de Pesas, Polo Acuático y Voleibol.

El programa fue concebido de la siguiente forma:

 

SEMESTRE

ACTIVIDADES

% DEL TIEMPO

PRIMERO

GENERALES

100

SEGUNDO

GENERALES

100

TERCERO

GENERALES

ESPECÍFICAS

70

30

CUARTO

GENERALES

ESPECÍFICAS

50

50

 

Diariamente los alumnos dedicaban una sesión a las actividades docentes y la otra a la práctica deportiva que realizaban durante 3 horas. Las actividades generales comprendían la práctica proporcional en tiempo de todos los deportes seleccionados y la específica se refiere al deporte en el que los niños mostraban mayores aptitudes. Durante los dos primeros semestres, no sólo se garantizaba una preparación multiforme, sino que también se podía precisar el deporte ideal para cada uno, pero el mantenerse vinculado en los semestres siguientes con esta tendencia general, permitió corregir la selección en el 28% de los participantes del experimento durante los semestres tercero y cuarto.

El fundamento de este programa se relaciona con las ideas expresadas por Alonso(5) cuando afirma:

En esta primera etapa (pubertad y adolescencia) de la formación de atletas, los entrenamientos, al menos en el primer año, deben tener un carácter de Preparación Física General-Multilateral-Integral; donde el alumno pueda desarrollar una amplia base de hábitos motores y desarrollo físico (biológico), los cuales facilitarán el aprendizaje de técnicas deportivas avanzadas del deporte al cual finalmente se dedicarán, Es decir, en este período (de 1 año mínimo) que estamos mencionando, el objetivo fundamental de la preparación es desarrollar a los alumnos para el deporte y no para una especialización temprana deportiva.

 

El esquema de la forma física podría representarse en el caso que exponemos, con la estructura siguiente:

FORMA FÍSICA

FLEXIBILIDAD

VELOCIDAD

FUERZA

RESISTENCIA MUSCULAR

RESISTENCIA ORGÁNICA

 

Se ilustra aquí el desarrollo proporcional de las capacidades y el orden de su entrenamiento sólo responde a la lógica en la dinámica de las sesiones de entrenamiento y en las microestructuras de la preparación.

Los frutos de este interesante trabajo no fueron sólo deportistas, pues las experiencias en el campo de la Teoría del Entrenamiento Deportivo y la Medicina Deportiva resultaron notables, dando lugar a la escuela deportiva cubana que tantos triunfos cosecha en la actualidad. Comprendimos en la práctica que no vale la pena acelerar el desarrollo biológico de los practicantes y que generalmente los retardados en el desarrollo sexual tienen mayores potencialidades para el triunfo en el futuro. De la citada matrícula, el 43% logró conformar la selección nacional en diversos deportes y el 12% obtuvo triunfos internacionales en la siguiente década. Posteriormente, contagiados con la corriente de la especialización temprana, se trató de cambiar esta concepción en los Centros de Alto Rendimiento de provincias y de una matrícula superior en todo el país (más de 3000 atletas), sólo el 0,3% pudo obtener resultados de élite  internacional y engrosaron las filas de la preselección nacional tan sólo el 2,6% del total. Los cálculos de gastos innecesarios fueron enormes; pero en última instancia esto no fue el peor problema, sino la cantidad de niños que sufrieron frustraciones, que pudieran arrastrar de por vida.

La frustración constituye el daño más notable que se le puede causar a un atleta, cuando después de asegurarle que podrá incursionar exitosamente en el Alto Rendimiento, le decimos un día que las expectativas eran falsas y que sus posibilidades de éxito están en otra esfera.

Frustración, estado emocional que se produce en el individuo cuando éste no logra alcanzar el objeto deseado.

El origen de la frustración puede ser de tipo externo o interno, dependiendo de si es provocada por el entorno (el fruto está en el árbol pero el jardinero vigila) o por el individuo mismo (su moral le prohíbe rondar por el lugar). Las reacciones a la frustración no están sólo condicionadas por la naturaleza del objeto o agente frustrante, sino por la personalidad del individuo. De manera general, la respuesta del individuo ante la frustración puede ser agresiva, de tristeza o depresión. Algunos psicólogos vinculan la frustración a la agresión, que puede estar dirigida hacia el obstáculo que impide alcanzar el objeto deseado o contra uno mismo; cuando la agresión es inhibida provoca la regresión.

Las frustraciones pueden ser conscientes o inconscientes. En el primer caso no distorsionan la personalidad, pero si forman parte del inconsciente e implican una fuerte descarga emocional y pueden ocasionar una neurosis. Algunos psicólogos consideran que la tolerancia de la frustración es un factor primordial en la adaptación del individuo. El psicólogo estadounidense Saul Rosenzweig es autor del PF (picture frustration), test de frustración utilizado para evaluar la personalidad del sujeto a partir de las respuestas que emite ante una serie de dibujos que representan situaciones frustrantes. Hoy, este test es utilizado con múltiples variantes en psicología infantil.[1]

Debemos destacar que también pueden ser causas de la culminación temprana de la carrera deportiva una incorrecta selección, factores sociales (fundamentalmente en la familia), factores económicos, pérdida de la motivación, etc.

Para ilustrar la forma de trabajo en el programa multidisciplinario, exponemos a continuación un ejemplo de organización por deportes en un microciclo de 5 días, tomando como referencia un grupo.

DISTRIBUCIÓN DE DEPORTES POR UNIDADES DE ENTRENAMIENTO

HORARIO

LUNES

MARTES

MIÉRCOLES

JUEVES

VIERNES

2:30 – 3:20

Polo

Balonmano

Fútbol

Baloncesto

Béisbol

3:30 – 4:20

Baloncesto

Gimnasia

Judo

L. Pesas

Gimnasia

4:30 – 5:00

MERIENDA

MERIENDA

MERIENDA

MERIENDA

MERIENDA

5:00 – 6:20

Atletismo

Atletismo

Voleibol

Béisbol

Atletismo

 

 

ACENTOS DE TRABAJO POR UNIDADES DE ENTRENAMIENTO

HORARIO

LUNES

MARTES

MIÉRCOLES

JUEVES

VIERNES

2:30 – 3:20

Habilidades

Flexibilidad

Rapidez

Flexibilidad

Habilidades

Flexibilidad

Técnica

Rapidez

Habilidades

Flexibilidad

3:30 – 4:20

Rapidez

Resistencia de fuerza

Técnica

Rapidez

Fuerza explosiva

Flexibilidad

Flexibilidad

Rapidez

4:30 – 5:00

MERIENDA

MERIENDA

MERIENDA

MERIENDA

MERIENDA

5:00 – 6:20

Técnica de carrera

Resistencia aerobia

Recreación

Resistencia aerobia

Recreación

Resistencia aerobia

Resistencia aerobia

 

Como se puede apreciar, las capacidades rapidez y flexibilidad son las que se mantienen presentes todos los días, siendo frecuente también el entrenamiento de la resistencia aerobia y el trabajo con la formación de habilidades técnicas. Esta tendencia se relaciona con el período sensitivo para el desarrollo de las citadas capacidades, las cuales se comportan de forma estable, de acuerdo con el criterio de diversos especialistas, a pesar de que en algunos detalles éstos no se han puesto de acuerdo, no obstante expresaremos nuestra consideración al respecto, partiendo de nuestras experiencias.

 

PERÍODO SENSITIVO PARA EL DESARROLLO

DE LAS CAPACIDADES MOTRICES.

 

CAPACIDADES

INICIO DE PREPARACIÓN

PERÍODO SENSIBLE

Fuerza

4 – 5

14 – 17

Rapidez de frecuencia

4 – 6

7 – 9

Rapidez reacción

2 – 3

9 – 12

Rapidez de desplazamiento

9 – 13

13 – 14

Resistencia anaerobia

14 – 15

16 – 18

Resistencia aerobia

4 – 6

13 – 19

Orientación espacial

4 – 6

9 – 10

Movimientos complejos

9 – 12

11 – 14

 

Las diferencias más notables entre los autores en lo referente al período sensible la encontramos en el rango óptimo para el desarrollo de la capacidad de resistencia aerobia.

De acuerdo con nuestra experiencias al respecto, no es prudente ser absoluto en la definición de rangos, por lo que éstos sólo deben tener un carácter orientador. En un estudio que realizamos en loas Centros de Alto Rendimiento de Santiago de Cuba (Escuela de Iniciación Deportiva Escolar y Escuela Superior de Perfeccionamiento Atlético) comprobamos que con un entrenamiento multilateral de las capacidades motrices, el mejoramiento promedio de los resultados de los atletas se comportó en el rango de proporciones siguientes:

FEMENINO

 

INCREMENTOS EN %

CATEGORÍA

FUERZA

VELOCIDAD

RESISTENCIA

12 – 13 años

12 – 17

6 – 9

14 – 21

14 – 15 años

15 – 22

7 – 11

14 – 20

16 – 19 años

17 – 23

4 – 6

10 – 13

 

La aceleración en el desarrollo de la resistencia observado en las niñas coincide con lo planteado por Zintl(6)  al afirmar que durante la pubertad se observan los crecimientos más acentuados en la resistencia aerobia, período que él sitúa entre los 11 – 14 años para las niñas y de 12 a 15 para los niños. El citado autor refiere además que “... la resistencia de base (resistencia aerobia) se puede entrenar en todas las edades. La fase sensitiva (fase de mayor entrenabilidad) se sitúa en la pubertad, sin embargo García Verdugo y Xabier Leibar(7) no coincide con esta afirmación y al referirse a las edades de 13 – 15 años aseguran que:

 “En esta época, el niños entran en una crisis en sus procesos aeróbicos tal y como se ha visto, motivado por el rápido crecimiento. Generalmente el crecimiento es anterior al desarrollo, es decir aumenta antes la estatura y la masa muscular que el aparato circulatorio, por lo que los procesos aeróbicos se estancan o incluso puede en algunos casos apreciarse recesiones con disminución del VO2 Max.

Por esta razón, el objetivo principal de los procesos aerobios debe ir en dirección al mantenimiento y no se debe perder el tiempo intentando desarrollar esta capacidad de forma importante, ya que no se encuentra el atleta en fase sensible”

Estos autores aseguran que... “Antes de la pubertad, el niño se encuentra en una fase sensible para el trabajo aeróbico, por lo que las incidencias del entrenamiento deben ir dirigidas hacia el metabolismo aeróbico de carácter extensivo.”        

Volkov y Filin(8) consideran que el período de más progreso en la resistencia aerobia es entre los 12 y 17 años, mientras le resistencia anaerobia soporta mayores transformaciones de los 16 a 18 años, sin establecer diferencias sexuales.

Nuestra Experiencia confirma que las observaciones de los autores citados no deben ser absolutas, pues en estas edades se pueden presentar variaciones diferentes debido a los cambios propios de la edad.

 

MASCULINO

 

INCREMENTOS EN %

CATEGORÍA

FUERZA

VELOCIDAD

RESISTENCIA

13 – 14 años

11 – 13

8 – 12

17 – 21

15 – 16 años

12 – 17

6 – 10

11 – 15

17 – 19 años

11 – 19

5 – 9

8 – 12

 

En los varones se observaron los cambios más notables de la resistencia aerobia entre los 13 – 14 años para la resistencia, mientras en los 15 – 16 años el progreso fue similar en fuerza y resistencia, a la vez que el salto mayor en la categoría juvenil resultó en la fuerza, observándose un pobre mejoramiento de las capacidades velocidad y resistencia. Es importante observar que en todas las categorías la velocidad mostró un incremento muy bajo, lo cual pudiera estar relacionado con las deficiencias de base que presentaban estos atletas en esta capacidad, siendo esto una barrera para crecer en el futuro a resultados de relieve internacional.

La edad que debe ser considerada en todos los casos es la biológica, pues la cronológica pudiera conducir a errores ya que puede darse el caso de niños que presentan la misma edad cronológica y sin embargo las diferencias en edad biológica son notables, a la vez que niños que presentan una evolución biológica similar, tienen diferente edad cronológica y deportiva. Es muy importante en estos casos el seguimiento evolutivo individual.

n este caso las cargas de entrenamiento deben ser diferenciadas, a pesar de que tiene la misma edad cronológica, sin embargo en el siguiente caso, pudieran ser entrenados con las mismas cargas, no obstante presentar diferente edad cronológica.

 

Los ejemplos fueron tomados del material de editado por la IAAF para los cursos de entrenadores de nivel I(9)

Otro aspecto importante, que debe ser analizado con suma cautela, es la distribución de las cargas en los microciclos de entrenamiento. La cercanía de grandes cargas pudiera afectar el desarrollo biológico normal de los atletas, por lo que cada carga debe ser analizada en su conjunto, definiendo en la interacción de volumen e intensidad, si clasifica como Pesada (por su magnitud se necesitan 72 horas o más para la recuperación del deportista), Media (la recuperación se logra entre las 24 y 48 horas aproximadamente), Ligera (se logra una adecuada recuperación entre 10 y 24 horas) o Descanso activo (permite la regeneración o la recuperación activa, eliminando con más facilidad los efectos de fatiga).

A continuación exponemos algunos ejemplos de microciclos, que pudieran ser utilizados con menores; destacando que éstos son sólo variantes que el entrenador pudiera enriquecer, siempre cuidando el cumplimiento de los principios del entrenamiento.

En la preparación, los descansos activos pudieran ser varios, de acuerdo con el objetivo del microciclo. Resulta muy importante la utilización de esta forma de recuperación, sobre todo para mantener la motivación de los practicantes, a la vez que tenemos la oportunidad de incluir el trabajo de elementos para el desarrollo de la coordinación, ampliando de esta forma el nivel de experiencia motora del deportista.

En muchas ocasiones, no disponemos de cinco días, pudieran ser tres o cuatro, en estos casos debemos analizar la carga docente del deportista y de acuerdo a ésta, proponer trabajos alternativos en coordinación con los padres, a lo que haremos referencias posteriormente en este documento.

 

 

Este microciclo presupone que el deportista tiene competencia o control el día sábado, por lo que se deben utilizar todos los medios de recuperación disponibles. Es importante considerar que las competencias o controles en estos casos forma parte dinámica de la preparación y no es bueno por consiguiente preparar al deportista para estas competencias en específico, sólo deben formar parte del microciclo como una carga más. Esta tendencia permite competir muchas veces en el año sin obtener sobrecarga y además hace más motivada la preparación.

 

  • LA PEPARACIÓN TEÓRICA Y PSICOLÓGICA DEL DEPORTISTA

La preparación  integral del  deportista  tiene  como  punto  de  partida  el   sustento teórico que el especialista  sea capaz de trasmitir a los educandos, sólo de esta forma es posible la realización de la actividad deportiva de forma consciente. El practicante debe recibir  los  contenidos  teóricos  que  le  permitan   una   interpretación   clara   de   las actividades  que   se desarrollan   en   entrenamientos   y   competencias,   a  partir del conocimiento de los objetivos de la preparación, por lo que ésta comienza con el análisis de la planificación del entrenamiento, así como de sus objetivos.

En el plan de preparación teórica  se  deben  incluir también  contenidos  sobre  las siguientes temáticas:

>       Técnica de los movimientos.

>       Reglas y arbitraje.

>       Hábitos fisiológicos y autocontrol diario del deportista.

>       Higiene general y específica del deporte.

>       Historia del deporte.

>       Los valores humanos en el movimiento deportivo mundial.

>       El carácter social del deporte.

>       Los efectos negativos del doping, su influencia social y la reglamentación antidoping.

>       La comercialización en el deporte.

>       Novedades Culturales.

Los ejes transversales de la enseñanza, constituyen un pilar importante en el aumento del nivel teórico de los practicantes, por lo que el entrenador debe realizar un seguimiento del programa general de enseñanza que recibe el atleta, estableciendo los nexos correspondientes sin forzar el contenido del entrenamiento.

 

La preparación psicológica del deportista debe ser planificada desde edades tempranas, pues influye notablemente en la formación de su personalidad.

Este componente tan importante de la preparación del deportista debe ser atendido en la medida de las posibilidades por el entrenador, en relación con el personal médico y paramédico; pero nunca debe ser olvidado, ni pasar a un segundo plano, pues de este contenido depende en gran medida el resultado deportivo a largo plazo.

Recomendamos realizar la planificación y control de este componente en coordinación con el psicólogo deportivo o en su defecto con el de la comunidad.

 

  • VARIANTES PARA UTILIZAR EL ENTORNO SOCIAL DEL DEPORTISTA.

La familia continúa siendo el eslabón principal de la sociedad, por lo que el entrenamiento deportivo no debe alejarse de esta realidad, más que esto, debe aprovechar las ventajas que le ofrece el entorno familiar favorable, para el logro de los objetivos, así como el compromiso de los padres y familiares en general, en el proceso de formación del deportista. Nuestras experiencias en el campamento para asmáticos, creado en Ciudad Habana a principios de la década del 80, resultó una variante alternativa para ser utilizada en los centros de Alto Rendimiento del país.

Al iniciar el proyecto del citado centro, por lo costoso que resultaba mantener tantos niños durante un período prolongado en el tratamiento, se disidió incluir a los padres en el mismo y reducir su estancia a una semana en cada semestre, de manera tal que rotaron por el centro en tres meses, más de 2400 niños con sus respectivos familiares (un acompañante por cada uno, preferentemente uno de los padres), a razón de 200 por semana aproximadamente. Se logró aprovechar la incalculable influencia de los padres en todos los sentidos.

“Normalmente los padres son las figuras más importantes en la vida de los niños, sobre todo durante los primeros años. A medida que vayan creciendo, los niños se hacen más independientes de los padres y la influencia de los padres se comparte con la influencia de los otros. Sin embargo los padres todavía tienen una influencia importante sobre la impresión que tienen los niños del deporte y la mayoría de los niños quieren complacer a los padres en sus esfuerzos.”(10)

De esta forma, los niños y padres aprendían las particularidades del tratamiento y lo seguían en sus casas, con el correspondiente control médico sistemático y regresaban al centro al cabo de seis meses, para la renovación y perfeccionamiento del tratamiento.

Esta forma de comprometer a los padres en la aplicación de las cargas de entrenamiento, permitió obtener un doble efecto social, de acuerdo con la Investigación Acción Participativa realizada posteriormente en varios Centro de Alto Rendimiento del país, se logró una mayor efectividad de los entrenamientos, así como la incorporación de más del 50% de los familiares a la práctica sistemática de las actividades físicas, con el lógico efecto en el estado de salud de la comunidad.

Esta variante de trabajo mancomunado con la familia puede ser utilizada con eficacia, siempre que logremos comprometer a los padres en el proceso, ya sea para el entrenamiento

 

 

 

 

REFERENCIAS BLIBLIOGRÁFICAS.

1.      Ortega R. El entrenamiento de maratón En: Plata, F., N. Terrado y P. Vera. La maratón. Aspectos técnicos y científicos.  Madrid, Editorial Alianza Deporte, 1994. Capítulo 9,   p 189.

2.      Thompson, P. Introducción a la teoría del entrenamiento. Londres, IAAF, 1991. p 5.12

3.      Ibid. p 4,7

4.      Alonso, R. y H. Pila. Experiencias de un método para la preparación de atletas. Editorial Ciencias Médicas. La Habana. 1985.

5.      Alonso, R.Estructura organizativa-metodológica para la formación de atletas elites. Una     concepción. Buenos Aires, Lecturas de Educación Física y Deportes, Revista digital No. 27, Noviembre 2000.

6.      Zintl Fritz. Entrenamiento de la resistencia. Barcelona, Ediciones Martínez Roca, S.A., 1991. p 199.

7.      García Verdugo y Xavier Leibar. Entrenamiento de la resistencia en corredores de los mediofondo y fondo. Madrid, Editorial Gymnos, 1997. p 315.

8.      Vólkov,V. M.  Selección Deportiva/  V. M. Vólkov. 1987  p 4.

9.      Thompson, P. Op. Cit. p 5.7

10.  Ibid. p 4.20